Sangre y acero

Tiradores del dragón, esgrimistas cacereños, fratres de negra alma: amigos míos, va por vosotros. Imbuido estoy, desde hace años y con sus altibajos, en el arte supremo: la dicotomía entre armas y letras. Heredero, pues, de esa idea caballeresca, áurea … Sigue leyendo